A estas alturas, todos hemos escuchado la trágica noticia del fallecimiento del gran Robin Williams: actor, comediante, esposo, padre, hombre. Como quizás sea típico en tales situaciones, muchos de nosotros recurrimos a los informes de los medios para saber qué sucedió, cuáles fueron las causas subyacentes y, en última instancia, cómo esta situación afectará nuestra comprensión de quién era él.
Pero no es la pregunta más importante, ¿cómo puede esta situación afectar nuestra comprensión de quién estamos?
Ayer por la mañana, Jessica*, una joven talentosa Actriz, me dijo que la muerte prematura de Robin Williams la había hecho repensar cómo había estado funcionando en un nivel muy básico. Su fallecimiento la había hecho darse cuenta de que depresión era un problema demasiado real en su propia vida, y necesitaba hacer algo al respecto lo antes posible.
Me envió un correo electrónico el lunes, el día en que se supo la noticia, y el martes por la mañana estaba sentada en mi sillón reclinable.
Jessica sabía exactamente lo que la estaba atormentando. Su mente estaba envuelta en pensamientos y sentimientos negativos; lo describió como una nube de oscuridad que va y viene. Una mujer muy inteligente, sabía que sus hábitos autodestructivos la estaban obstaculizando a nivel personal y profesional, pero no pudo evitar sentirse víctima de sus emociones. Como un balancín, se encontró volando a lo más alto mientras estaba en el set y cayendo en picado cuando no estaba trabajando.
Este es un patrón que veo regularmente, independientemente de la industria en la que nos ganemos la vida. La mayoría de las veces, podemos distraernos con nuestro trabajo y nuestras vidas ocupadas, pero en el momento en que las cosas se calman, el diálogo interno negativo vuelve a aparecer y nos encontramos una vez más cara a cara con nuestros demonios más internos.
Es entonces cuando recurrimos a algo fuera de nosotros mismos para sacarnos de nuestra angustia. drogas, alcohol, alimento, más trabajo... Todo esto puede ser engañosamente adormecedor. Pero aun así, siempre falta algo, y los vicios externos nunca llenarán el vacío.
El propio Robín Williams dijo Entretenimiento esta noche, “Podría haber sido útil simplemente aprender ciertas cosas sobre cómo, ya sabes, lidiar con el estrés. Lo lidié con alcohol. Entonces te das cuenta que no, eso no te ayuda mi amigo, eso no ayuda a lidiar con la situación”.
El mismo día que entró Jessica, Lauren* pronunció frases muy parecidas: “Creo que me siento así desde hace mucho tiempo. Creo que me acostumbré. La muerte de Robin Williams me hizo darme cuenta de lo negativo que me sentía”.
Para estas mujeres, sentirse deprimida se sentía tan normal y natural que se había convertido en parte de la vida cotidiana. Esto me recuerda cuán orientada a patrones está la mente: una vez que se establece un patrón, nuestra mentes subconscientes volver a él, independientemente de si el patrón es dañino o no.
La tragedia nos afecta a todos y, a veces, puede ser difícil saber cómo responder. Al entrar por hipnoterapia, tanto Jessica como Lauren dieron los primeros pasos para volver a entrenar sus mentes subconscientes y sobrescribir los guiones del diálogo interno negativo. Tomaron un momento trágico como un ímpetu para romper ciclos similares en sus propias vidas, dando pasos concretos para liberarse de la depresión que los ha estado paralizando.
George Santanyana dijo: “Aquellos que no pueden aprender de la historia están condenados a repetirla”.
¿Qué aprenderás hoy?
*Los nombres han sido cambiados para proteger la confidencialidad del paciente.
FOTO: Fondo de pantalla HD