¿Sabías que las palabras negativas que escuchaste de niño todavía pueden estar impactándote ahora?
Las palabras son poderosas. Ellas pueden sacar lo mejor de ti, ayudándote a crecer o también pueden cortar como un cuchillo. Al trabajar con tanta gente, me he dado cuenta que con demasiada frecuencia, las creencias limitantes de una persona comenzaron en su infancia. Hay ciertas palabras que ningún padre debería decir a un niño, incluso cuando el niño haya cometido un error. Estas incluyen frases como eres un inútil, no vales nada y nunca llegarás a ser nada. Para algunas personas estas palabras son peores incluso que los golpes, ya que pueden permanecer en ellas toda la vida.
No es raro que un padre que es verbalmente abusivo o que tiene problemas con el alcohol llegue a convertirse en un borracho desagradable que dice palabras hirientes. La repetición es una de las formas en las que nuestra mente aprende. Es más fácil para la forma negativa entrar en nuestra mente que para la forma positiva. Al escuchar durante años lo mismo una y otra vez puede causar que una persona acepte lo que se le dice como una verdad. Debido a que su pensamiento crítico no se ha desarrollado, los niños tienden a tomar la información literalmente. Un niño puede no darse cuenta de que tiene un padre disfuncional y pensar que lo que él o ella dice debe ser verdad. El niño puede suponer que sus padres deben saber más y que probablemente tengan razón. En otros casos, un niño se da cuenta de que las palabras y comportamientos de sus padres no son normales ni sanos, pero por haber escuchado la misma cosa una y otra vez, sus mentes llegan a aceptar esas palabras como hechos.
Lo que es muy interesante es que me he dado cuenta que años más tarde, cuando la persona ya es un adulto, aún puede estar viviendo su vida en base a las creencias limitantes que ha aprendido de las crueles palabras de sus padres. Así, por ejemplo, una persona puede tener una gran idea para su carrera, pero se frena al no tener el valor para seguir adelante con ello porque están pensando, “No puedo hacerlo” “Eso no es para mí.” Las palabras internalizadas del pasado comienzan a resonar fuera. Incluso si el padre ha fallecido o vive a muchas millas de distancia, su mente conoce esos pensamientos autocríticos tan bien, que lo hace para sí mismos. Ahora es su propio diálogo interno el que los detiene.
Si te he descrito, entonces es importante tomar conciencia de lo que has transpirado y comenzar a entrenar tu mente para que funcione desde un lugar de amor. Comienza a ser amoroso, comprensivo y solidario contigo mismo. Independientemente de tu edad, comienza a ser el mejor padre. Y si tienes niños, el ciclo termina contigo. Hay poder al decir, “No voy a hacerle lo mismo a mis hijos.”
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Música: Once Tomorrow (versión instrumental) de Josh Woodward http://freemusicarchive.org/music/Josh_Woodward/Breadcrumbs/JoshWoodward-Breadcrumbs-NoVox-09-OnceTomorrow
https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/
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