No Esperes Nada de Nadie: La Mentalidad Exitosa
Como adulto, uno de los modos de pensar más desfavorables que puede tener es el de esperar cosas de otras personas … de responsabilizar a otras personas de tu bienestar. Es aún peor si lo que estás esperando es algo que es muy importante para tu bienestar o futuro. Es una trampa ya que las personas pueden fallar y equivocarse, pueden ver las cosas de manera muy diferente y también tienen vidas muy ocupadas a las que deben atender.
A veces escucho a mis clientes lamentarse de cómo todos les han decepcionado. Muchas veces, esos sentimientos de desilusión pueden haber comenzado en su infancia con su madre o padre, a veces incluso con ambos. A pesar de que ahora la persona es adulta, siguen poniéndose en situaciones en las que han hecho a otras personas responsables de sus vidas porque aún están tratando de obtener lo que no adquirieron cuando eran niños. Otras veces, la persona puede haber provenido de un entorno privilegiado en el que se les dio todo. Esto podría incluso haber continuado en sus primeros años de adulto, así que siguen esperando más de lo mismo, aunque las cosas ahora sean diferentes. Independientemente de esto, esperar que los demás te cuiden es un gran error porque te predispone a fracasar en múltiples niveles.
Nunca alcanzarás tu máximo potencial si dependes de alguien más. Por supuesto, la manera fácil es siempre la más atractiva, pero también es la forma de vida menos satisfactoria y más arriesgada. Mientras más puedas confiar en ti mismo, mejor estarás. Incluso si no tienes todos los recursos que necesites, desarrolla recursos y sé capaz de depender de tí mismo teniendo la mentalidad adecuada, porque de una manera u de otra, lo resolverás. Y si alguien te decepciona, ten la actitud de que ahora sabes que no puedes depender de esa persona y sigue adelante. Te siempre en cuenta que si eres un adulto, la realidad es que nadie te debe nada. No tu madre, ni tu padre, ni tu pareja … nadie. Cuanto antes dejes de culpar a los demás por tu vida y comiences a recuperar el control, mejor te irá. La realidad es a todos nos ocurren cosas malas, es lo que hacemos en estas situaciones lo que importa.
Con la excepción de los menores de edad, cada persona debe tener la actitud de que la única persona responsable de ellos son ellos. Ten esta actitud y te encontrarás en un lugar mucho más empoderado sabiendo que puedes confiar en ti mismo.