La ansiedad puede aparecer por un millar de razones. Puede ser por estrés, usar estimulantes como el café y también puede derivarse de la conducta aprendida por tener padres ansiosos, jefes controladores, o tener trastorno por estrés postraumático o otros factores.
a gente a menudo me habla de lo mal que son todos sus síntomas. Por lo general, llegan al punto en que ya no pueden funcionar normalmente, han intentado otras cosas y están desesperados por parar la situación. Algunas personas han incluso experimentando ansiedad prácticamente toda su vida. Oigo lo mismo todo el tiempo, porque la ansiedad es la razón # 1 por qué las personas llegan a mí. Y también es la misma razón por la que me metí en la Hipnoterapia.
Mi ansiedad pasaba de ansiedad severa a ya no poder funcionar. Estaba en un zigzag de la ansiedad a la depresion. Me encontraba teniendo ataques total de panico a cada rato. Y no era sólo una cosa mental, podía sentirlo en mi cuerpo. Tuve dolores en mis hombros y cuello y tenía las migrañas más horribles cuando yo nunca había padecido una migraña en mi vida. Incluso experimenté la pérdida de cabello. Estaba realmente a punto de quebrar. No podía soportarlo más. Fui a dos médicos diferentes y un psiquiatra. Tomé píldoras, pero las píldoras nunca llegaron a la raíz de lo que estaba mal conmigo.
Recuerdo haberle dicho a mi novio de entonces acerca de los sentimientos de que en cualquier momento algo realmente malo iba a suceder. Que me iba morir. Su respuesta: “Porque no dejas de pensar en ello.” Recuerdo haberle dicho, ¿no crees que si yo podía dejar esto por mi cuenta lo haría? Puede ser difícil cuando las personas que te rodean no entienden lo que está pasando.
Siempre soy muy abierta y honesta con mis clientes, y no tengo ningún problema en decirles que incluso yo no creía en la hipnoterapia. Pero yo estaba tan desesperada que tenía que probarla. Cada vez que iba a ver a mi hipnoterapeuta, me iba mejor y mejor, hasta el punto de pensar: “Si esto me puede ayudar con todos mis problemas, entonces se puede ayudar a los demás.” Y eso es lo que estableció mi curso como un hipnoterapeuta.
Antes de aprender acerca de la hipnoterapia, siempre sentí que había estado flotando en la vida. Lo que en algunas personas sucede que a temprana edad que ya saben lo que están destinados a hacer, no sucedía conmigo yo nunca fui una de ellas. Yo estaba en mis treinta y tantos años con un dimploma de UCLA, pero no sabía en qué dirección ir. Pero una vez que supe cual era mi vocación, me senti motivada y enspirada. Por primera vez en mi vida experimenté claridad. Yo sabía que todo lo que me había pasado, me habia llevado a este punto. Y sentí que todas las cosas malas que había experimentado en mi infancia, como un adulta joven e incluso mis propios errores estúpidos ya no eran en vano, que algo bueno iba a salir de todo esto. Desde entonces, nunca he volteado atrás.
De un modo extraño, resultó ser un regalo porque me dio empatía. La gente viene y me dice cosas que ellos han experimentado y actualmente están experimentando y yo lo entiendo. Una vez tuve una cliente que me dijo: ” Yo siento que puedo decirte cualquier cosa y tu no me juzgas.” Y es cierto. No es mi lugar y yo no tengo ningún interés en hacerlo. Mi objetivo es centrarme en la búsqueda de soluciones y entrenar la mente de mis clientes para hacer lo que quieren que sus mentes hagan.
Ahora que haz escuchado mi historia y como funciono, se que entiendes por qué es que yo hago el trabajo que hago. Sinceramente, creo que al cambiar tu manera de pensar eres capaz de cambiar tu vida para lo mejor. Todo comienza en la mente.
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