Todos tenemos nuestros momentos de debilidad, son una parte natural de la existencia humana. Pero, ¿estos momentos también pueden ser lecciones?
Sasha dice: "¡Sí!"
Cuando aprendemos de nuestras debilidades, trabajamos en ellas, las usamos como motivación para fortalecernos y superar los desafíos que enfrentamos, nuestras debilidades se convierten en fuentes de gran fortaleza.
Por cambiando nuestras perspectivas ver nuestras debilidades no como defectos que nos paralizan, sino como oportunidades de crecimiento que nos inspiran, mostramos lo poderosos que somos en realidad.