Nadie es perfecto. Esta es mi última afirmación. A veces sentimos que todo lo que hacemos no es lo suficientemente bueno. Así que invertimos mucho tiempo en tratar de no cometer errores.
El problema es que la perfección es una ilusión poco realista. Ese viejo cliché es cierto: nadie es perfecto. De hecho, luchar por la perfección puede impedir sus posibilidades de éxito en la vida. Es mucho más realista concentrarse en sus cualidades en lugar de perder el tiempo persiguiendo algo que nunca podrá alcanzar.
Si quieres ser perfecto o hacer que algo sea perfecto, puedes dejar de perseguir tus propios sueños al no intentar hacer nada, temeroso de cometer errores. Pero recuerda, aprendes de tus errores y tienes que intentarlo. La mejor forma de mejorar es intentándolo. No te frustres por no ser perfecto, porque eso te impedirá estar activo y esforzarte. No mejoras si no quieres mejorar, pero no necesitas ser perfecto. Si eres perfecto entonces no eres humano.
Usa tu sentido del humor y acepta tus errores, ellos serán la fuente de tu sabiduría.
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