¿Sabías que el lenguaje positivo es clave para comunicarte con tu hijo? Tu hijo es altamente sugestionable a lo que dices. Es muy fácil que tus palabras, sin importar si son negativas o positivas, los impacten. Entonces, por ejemplo, si tu hijo tiende a ser desordenado y tú le dices continuamente “nunca limpias tu habitación” o “siempre eres tan desordenado”, lo que realmente estás haciendo es reafirmar ese comportamiento negativo. Lo que él o ella está escuchando es que las cosas SON de cierta manera.
Se convierte en un hecho en la mente del niño. Es importante que los comentarios que le des a tu hijo sean específicos, oportunos y con amor. Sobre todo, tienen que ser positivos. Centrarte en la parte positiva de cada comportamiento que queremos enseñar.
Entonces, por ejemplo, cuando veas que tu hijo ha dejado sus juguetes por todo el piso, podrías decir: "Veo que la pasaste muy bien jugando, así que ya terminaste, por favor, ¿podrías guardar tus juguetes porque es importante mantener nuestra casa ordenada, ¿no es así? Agregamos una pregunta que va a terminar en un sí para enfatizar y alentarlos a estar de acuerdo. Cuando lo hayan hecho o intentado hacerlo, podemos construir sobre esto diciendo: "Gracias por hacer todo lo posible para guardar tus juguetes, ¿puedes simplemente recoger esos otros que están allí? Gracias".
Cuando nos enfocamos en lo que un niño está haciendo bien y lo alentamos a que lo haga con más frecuencia, entiende lo que tu quieres que haga y lo importante de hacerlo.