Piénsalo, cuando alguien te pregunte "¿Cómo estás?" ¿No tiendes automáticamente a decir: "Bien, bien o genial". Muchas veces ni pensamos en ello.
En la mayoría de las familias, a una edad temprana, se nos enseña a preocuparnos por cómo nos verá la gente. Por eso, nos acostumbramos a dar siempre lo mejor de nosotros.
Justo el otro día, estaba paseando a mi perro cuando me encontré con alguien a quien no había visto en mucho tiempo. Cuando le pregunté cómo estaba, dijo algo como genial. Pero me di cuenta de que estaba lejos de eso. Su energía no era lo que normalmente era.
De la misma manera, lo que la gente publica en las redes sociales no siempre es una imagen real de lo que podría estar pasando.
Lo que ves es solo una fracción de la vida de una persona. Es la versión editada "para tus ojos".
La realidad es que nadie tiene una vida perfecta.
Y aunque en la superficie, alguien puede parecer tener la vida perfecta, no se deje engañar por el filtro de las redes sociales. La verdad es que nunca se sabe lo que realmente puede estar pasando.
Mantén tu enfoque en ti y en lo que necesitas hacer por ti mismo y, por último. .
Recuerda siempre contar tus bendiciones porque siempre hay alguna persona por ahí, que en este momento desearía tener tu vida.