La ira es una emoción natural pero a veces destructiva que toda persona experimenta en algún momento. Puede ser provocado por un mero pensamiento y puede variar desde sentimientos de irritación leve hasta una ira total. Detrás de la mayoría de los sentimientos de ira hay sentimientos de desilusión y dolor. A menudo, el dolor se camufla como ira en las personas que creen que expresar su dolor o admitir tener tales sentimientos los vuelve débiles e ineficaces.
Ira explosiva
Algunas personas tienen más dificultades para lidiar con la ira que otras. Algunas personas simplemente son más “impulsivas” que otras y se enojan con muy poca provocación. Debido a que ya se sienten abrumados, es muy fácil que se distraigan con cosas que para otra persona podrían considerarse “pequeñas”.
Ira pasiva agresiva
Otros lidian con la ira tratando de reprimirla. Pretenden que no existe y vuelven a centrar su atención en otra cosa. La supresión de la ira es una idea extremadamente mala. No funciona porque la ira todavía está muy presente y, a menudo, sale de otras maneras. Sin una salida, se vuelve hacia adentro y se pudre por dentro y puede causar daño emocional a largo plazo. También puede afectar la salud de una persona. Los signos reveladores de la supresión de la ira se pueden ver en comportamientos pasivo-agresivos y en personalidades marcadas por el cinismo y la hostilidad. Estas personas tienen dificultades para formar relaciones duraderas y satisfactorias.
Hipnosis para el control de la ira
La hipnosis puede ayudarlo a tomar el control de sus emociones al abordar, resolver y luego volver a entrenar la mente para percibir las situaciones de manera diferente. La hipnosis le brinda una salida saludable para procesar los sentimientos. Durante una sesión, somos capaces de identificar las causas fundamentales que hacen posible aliviar los sentimientos de dolor y rabia. A través de técnicas específicas, puede comunicar sus necesidades sin gritar o regañar a otra persona. Al afirmarse uno mismo de una manera tan calmante, la mente se vuelve más tranquila a medida que se eliminan las respuestas fisiológicas a la ira, es decir, el aumento del ritmo cardíaco y la descarga de adrenalina a través del cuerpo.
Lidiar con la ira requiere tiempo y entrenamiento, pero con hipnosis y práctica constantes, puede alcanzar sus objetivos. Me gusta dar a mis clientes herramientas para ayudarlos a mantener la calma en cualquier situación. Por ejemplo, se le enseñará cómo usar la autohipnosis y la respiración como un medio para recuperar el equilibrio.
De hecho, el manejo de la ira puede ser una propuesta desafiante, pero con la hipnoterapia puede hacer que el proceso de aprender a mantener la cabeza fría sea mucho más fácil.
Fuentes:
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