Nuestras mentes pueden ser muy eficaces en engañarnos para que abandonemos nuestras metas. Hay veces en las que la gente me cuenta una gran idea o un gran plan que tienen para poco después darme una razón por la que no lo llevan a cabo. Me dicen también algo como “Un día de estos voy a hacerlo”. Al decir esto, lo que realmente hacen es quitarse toda la responsabilidad de sí mismos y no asumir nada de su propia decisión. Probablemente habrás oido a Tony Robbins diciendo: La carretera hacia algún día te lleva a la ciudad de ningún sitio. Si sigues aplazando las cosas hacia el futuro, el futuro nunca estará en tu presente y el presente es el único lugar donde puedes conseguir hacer algo. No hay poder en el pasado o en el futuro, es el ahora el que tiene poder.
Aquí hay otra excusa que a menudo escucho decir a la gente: "Quiero hacerlo, pero ahora no es el momento adecuado". En primer lugar, no hay un momento perfecto para nada en la vida. Será el momento adecuado para hacer algo solo si lo haces así.
No tener absolutamente todo lo que necesitas no significa que debas dar marcha atrás y esperar a que una solución te caiga del cielo. Una de las frases preferidas de la abuela que me creio era: “Dios ayuda a aquellos que se ayudan a sí mismos.” No reces esperando simplemente que las cosas ocurran. Haz algo al respecto. Asume la responsabilidad de hacer realidad tu meta. Sé ingenioso. Encuentra la manera. Te sorprenderás de lo habilidoso y creativo que puedes llegar a ser cuando quieres realmente que algo ocurra.
El tiempo es esencial. Siente el sentido de la urgencia hasta el punto de comprometerte a actuar inmediatamente. Una vez que consigas eso, manten esa actitud hasta alcanzar tu meta. Esta es la mentalidad de la gente con éxito.
Te dejo con este pensamiento: vive cada día como si tu vida dependiera de ello… Porque lo es.
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