A veces, nos acostumbramos tanto a pensar las mismas cosas una y otra vez que nos detenemos incluso a cuestionarnos lo que podríamos estar haciéndonos a nosotros mismos. Entonces, por ejemplo, si constantemente te criticas a ti mismo con un diálogo interno negativo o estás reviviendo constantemente la ira y el dolor de algún evento traumático, en algún nivel, es como si te estuvieras envenenando. Ni siquiera estoy siendo dramático. He visto lo que la negatividad constante puede hacerle a una persona. Puede causar estragos tanto en tu cuerpo como en tu mente. Y lo peor de todo es que eres tú mismo quien lo hace.
Por eso es importante hacer un inventario de tus pensamientos y evaluar lo que te estás haciendo a ti mismo. Gracias al covid, todos tenemos mucho más tiempo libre. Póngalo en uso positivo comenzando a cuestionar sus hábitos mentales y tome conciencia de lo que necesita cambiar.
Ese es el primer paso para tomar el control.