Descubrí que cuanto más intenta alguien dejar de comer algo que realmente quiere comer, más tensión se crea en relación con ese artículo. Esa tensión, en la mayoría de los casos, lleva a que la persona finalmente se atrape con lo que se supone que debe evitar. Como resultado, surge la culpa, la vergüenza y el desprecio por mí mismo. No puedo decirle cuántas veces he pasado por esas emociones. Por eso me permito tener lo que quiero de vez en cuando. Solo me estoy enfocando en tener menos de eso. Me impide sentir que me estoy perdiendo algo porque no es así. Así que este fin de semana comí paella en Chaya Venice y estaba deliciosa. Es uno de mis lugares favoritos para la paella, así que siempre es una delicia. Si bien sabía que podría haberlo engullido por completo, no lo hice. En un momento, dejé el tenedor y le pedí al mesero que lo empaquetara, lo que me hizo sentir muy bien conmigo mismo porque sabía que había tomado la decisión correcta.
Quiero bajar de peso sin hacer sacrificios extremos. Me doy cuenta de que porque lo estoy haciendo de esta manera, me está tomando más tiempo que haciendo algo drástico, pero está bien. Quiero bajar de peso de forma saludable. Sé que los humanos tendemos a querer las cosas “ahora” incluso si es en detrimento nuestro, así que mantengo mi objetivo final en perspectiva, que es honrarme a mí mismo y hacerlo de la manera correcta.
24 de octubre de 2010
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